APUNTES DEL NATURAL
“SOBRE MÚSICA, DINERO Y ARTEFACTOS”
UNA COLUMNA DE LUIS AVIN FERNANDEZ / DJ MERCADONEGRO
CELEBRACIONES DESDE LOS SURCOS
Qué bueno, entre tanta derrota y claudicación agitando el sector, poder contar que una tienda de discos alcanza sus primeros 10 años sin nubes en el horizonte, celebrando el prestigio acumulado y dispuesta a seguir dando guerra por mucho tiempo más. El caso es que Phonica (51 Poland Street, en pleno Soho londinense) se dispone a llegar a esa onomástica, convertida ya en toda una institución de referencia para compradores de discos ansiosos, exasperados y puntillistas, también en su versión virtual en la red (www.phonicarecords. com).
Y así, los creadores del influyente Fact Magazine, se dan el gustazo de publicar un “Ten Years Of Phonica”, triple LP/CD con una muy sugestiva selección de veteranos consagrados (John Morales, Henrik Schwarz, Trevor Jackson, Legowelt, Joe Clausell…) y aspirantes de pedigrí contrastable (Red Reck’em, Juju & Jordash, Moire…). El imán para productores, djs y cratediggers de toda especie en que se han convertido sus lustrosas cubetas se dará una merecida fiesta de auto homenaje este 15 de Febrero, con la presentación del recopilatorio y sesiones de varios de sus clientes más conspicuos y entusiastas. ¡Larga vida! 808 STATE OF MIND- Vuelve una genuina leyenda: aunque dejara de fabricarse en 1983, la mítica caja de ritmos TR-808 de Roland fue parte esencial en la revolución musical que, desde Chicago y Detroit, cambió el rostro de la música de baile a escala global.
Sus características texturas definieron el groove crudo y poderoso de la primera oleada de clásicos del house (los productores de Detroit generalmente tomaron partido por su inmediata sucesora, la TR-909), cuando Frankie Knuckles y Ron Hardy empezaron a usarla como arma de destrucción masiva en sus sets, y toda una generación se obsesionó con su particular sonido.
Reverenciada desde entonces -colectivos clásicos como 808 State, o un blogziue actual como Class of 808 saben bastante de ello- esta excitante pieza de arqueología tecnológica va a tener una segunda vida comercial en 2014, justo cuando una avalancha de reediciones en sellos como Still Music nos recuerdan como de importante llegó a ser hace un cuarto de siglo: Roland ha anunciado una nueva edición de la 808 bajo la etiqueta AIRA, una especie de réplica oficial con el software actualizado que competirá en el mercado con las máquinas originales, que hoy en día alcanzan fácilmente los 2.500 euros en eBay.
No está nada mal para un artefacto que se consideró obsoleto hace 30 años… EL LÁTIGO Y LA CANCIÓN- Grande de verdad “12 Years A Slave”, la soberbia recreación fílmica de un caso real en el que aparecen todos los odiosos estigmas del fenómeno de la esclavitud en los años previos a la guerra civil norteamericana.
La cinta de McQueen contiene no pocas escenas apabullantes, tanto por su realismo en los detalles más sórdidos, como por el dolor trágico que emana de unas interpretaciones casi al límite. Pero sin duda será recordada por un momento, para mí mágico, donde la música, el pulso del canto litúrgico y las palmadas de la cuadrilla de esclavos, hacen que el atribulado protagonista perciba por fin el mundo en que se encuentra, y al unirse cada vez con más énfasis y rotundidad, a las voces de sus compañeros, se reivindique como un ser humano capaz de pelear por su dignidad y, en última instancia, la recuperación de su plena libertad anterior.
He buscado la historia detrás de “Roll, Jordan, Roll”, el arcano spiritual que sustenta la escena (en la B.S.O. está interpretada por John Legend, pero aquí estamos hablando de la peli, y la increíble intensidad de lo que allí pasa) y ahora sé que fue una de esas canciones-código que comunicaban a los fugitivos de las diferentes plantaciones, ayudando, como poco, a mantener la esperanza entre los desdichados que se quedaban atrás, pendientes del chasquido de un látigo definitivamente inmoral. La historia, con todas las emociones y significados que contiene, solo necesitaba de una canción así para explayarse.